lunes, 29 de junio de 2009

Mitos Cosmogónicos

En el área de Lengua los alumnos de 4º trabajaron Mitos cosmogónicos.
¿Qué son los mitos cosmogónicos?
Son narraciones de ficción protagonizados por dioses, que explican el origen de la Tierra, del Sistema Solar, de las galaxias y del Universo.

Los alumnos leyeron dos textos que explican el origen del Universo. Uno según el mundo griego y el otro desde la perspectiva de los romanos.

MUNDO GRIEGO

Los griegos creían en un elemento preexistente sobre la creación. Se trata del Caos, abismo sin fondo, espacio abierto sumido en la oscuridad donde andaban revueltos todos los elementos: el agua, la tierra, el fuego y el aire. El Caos es considerado como el principio de todo, el fundamento sobre el cual se construyó el mundo. N0ada tenía en él forma fija y durable, todo estaba en constante movimiento con inevitables choques y tensiones sin sentido.

Después surgió Gea ( la Tierra) la que dio sentido y orden, fue la que creó un escenario seguro para los seres vivos. Luego surgió Eros (el Amor Universal). De la unión del Caos con Eros salieron Erebos (las Tinieblas), cuyos dominios se extendían por debajo de la Tierra, en una zona subterránea.

Tiempo después nace Urano (el Cielo) hijo de Gea, un ser igual a ella, y de igual extensión. También nacieron las montañas y Ponto, el Mar Profundo.

Urano, desde lo alto, derramó una lluvia fértil sobre la tierra y nacieron las hierbas, flores y árboles, y la fauna que se alimentó de ellos. La lluvia sobrante hizo que corrieran los ríos, y al llenar de agua los lugares huecos, se originaron los lagos y los mares.

Los griegos consideraban a la Tierra como una esfera inmóvil suspendida sobre el Caos, el espacio, lo cual ya supone un avance en la concepción del universo.



MUNDO ROMANO

Antes de que existieran el mar, la tierra y el cielo, continentes, sólo existía el Caos. El sol no iluminaba aún el mundo, ni la luna cumplía su ciclo. La tierra no se encontraba todavía suspendida en el vacío, o tal vez quieta por su propio peso. Todo era informe. Los dioses, o la naturaleza, pusieron fin a estos despropósitos, y separaron al cielo de la tierra, a ésta de las aguas y al aire del cielo purísimo. Los dioses pusieron a cada cuerpo en el lugar que les correspondía. El fuego, que es el más ligero de los elementos, ocupó la región más elevada. Más abajo, el aire. La tierra, encontraba su equilibrio, la más profunda.

Hecha aquella primera división, los dioses redondearon la superficie de la tierra y limitaron el mar. Enseguida añadieron los ríos y los lagos corriendo por la tierra y devorados por los océanos. Así se extendieron los campos, los árboles se cubrieron de hojas, los montes se elevaron y los valles se hundieron.

El universo se dividió en cinco zonas. La del medio quedó inhabitable por el fuego; las dos de los extremos quedaron envueltas en nieves; únicamente las centrales ofrecieron condiciones aptas para la vida. Sobre éstas se elevó el aire, más pesado que el fuego, pero menos que el agua y la tierra; y en él se dieron las nubes, la niebla espesa, los truenos que espantan a los hombres, los vientos y los granizos. El autor del mundo estableció la armonía en esta región: sin ella se hubieran desecho entre sí los elementos. Al euro lo hizo soplar hacia Oriente. Hacia el Occidente al céfiro. Al bóreas lo empujó hacia el Septentrión, y al austro hacia el Mediodía. Y por fin, dejó que el Éter, sin peso y sin escoria, formase ese color azul que llamamos firmamento.

Realizaron trabajos de interpretación oral y escrita, y además redactaron textos explicativos sobre el origen del Universo.

Publicado: Profesora Mariana Ledesma

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